Rochina, Carles Planas, Martí Riverola, Albert Dalmau y Javier Espinosa, que tenían ficha con el juvenil de división de honor. ». Luis Enrique tenía muy claro que su segunda temporada debía ser la del ascenso a Segunda División A. Una gran mayoría de los jugadores de la plantilla del año anterior iban a ser reemplazados por otros futbolistas -muchos proceden- tes del juvenil A-. Llegaron al vestuario del Barcelona Atlètic jugadores como Martín Montoya, Marc Bartra, Marc Muniesa, Sergi Roberto, Oriol Romeu, Jonathan Dos Santos, Ilie Sánchez, Víctor Vázquez y Jaume Sobregrau. El Barcelona Atlètic venció (0-1) al Girona, que jugaba en una categoría superior. Pero dejó muy claro que se sentía muy perjudicado por la salida de Zubizarreta: «Él me trajo aquí y su marcha me debilita». También Jordi Roura se incorporó al equipo de analistas de Guardiola, que necesitaba más mano de obra en el área de scouting. Segarra ya formaba parte del área de porteros del fútbol formativo del club, a las órdenes de Unzué. Es menos solidario que el marcaje combinado -dos o tres en zona y el resto al hombre-, pero los jugadores se sentían muy cómodos formando una línea de cuatro sobre el borde del área pequeña, con dos compañeros por delante y otro un poco más adelantado, formando una pirámide.
Como buen profesional que era, respetaba mucho a los jugadores. Preferentemente utilizó el 1-4-3-3 que más había jugado durante los catorce años en que fue futbolista profesional y al que más veces recurrió a lo largo de sus tres primeros años como entrenador. Concretamente, llevaba varios años escribiendo artículos de fútbol en un blog, Futbolitis, que contaba con el respaldo del periodista José Antonio Abellán, y hacía un año y medio que colaboraba con el también periodista Paco González, que en aquellos momentos dirigía el programa de radio Tiempo de juego, en la COPE. En este sentido, que Luis Enrique cumpliera con su compromiso de ser justo y que contara con todos los jugadores por igual siempre que trabajaran al mismo nivel, resultó básico para que se ganara la confianza de todos en muy poco tiempo. Es bueno que pase, porque eso demuestra que los jugadores quieren ganar. Que su preparador físico y persona de su máxima confianza en el equipo técnico diga cosas como estas puede tener un valor relativo, pero que lo dijeran los propios futbolistas venía a corroborar que todo eso era cierto.
La mayoría de los futbolistas suele vivir su profesión con un punto de egoísmo y eso ha sido fuente de conflictos desde que se inventó el juego. No falta quien defiende que un equipo es importante cuando los aficionados saben recitar de memoria sus alineaciones, pero los equipos grandes, los que compiten cada tres días, necesitan que todos los jugadores se sientan implicados y comprometidos en una tarea que no es individual sino colectiva. Es posible que los jugadores llegaran a esa fase decisiva de la temporada un poco cansados y que la responsabilidad fuera demasiado grande para un equipo formado por jugadores tan jóvenes e inexpertos. Y poco a poco fueron espaciándose en el tiempo. Solo así, chaqueta tottenham ni la distancia ni el tiempo serán un obstáculo para mantenerla. Cuando Luis Enrique atiende a los periodistas, Valdés está siempre ahí, a una distancia prudencial, pero siempre dentro del campo visual del entrenador. El entrenador asturiano piensa que los periodistas, en general, son sus enemigos y que la reconciliación es imposible. Otra cosa son las formas. Por supuesto, decidir quiénes son los que participan y los que inician los partidos.
Una primera racha de cinco partidos sin perder, con tres victorias y dos empates, entre las jornadas 20 y 24 y una segunda tanda de otros cinco encuentros en los que el Celta logró un empate y cuatro victorias, la última de ellas frente al Real Madrid (2-0), determinaron una brillante clasificación final. Al principio, los encuentros de Luis Enrique y José Ramón con el profesor Seirul· En función de las necesidades, modificábamos las sesiones, siempre con el objetivo de que los jugadores mantuvieran un tono lo más alto posible durante todo el año», explica José Ramón Callén. No obstante, lanzó su primer aviso a la plantilla: «Yo intento meter a todos los jugadores en una dinámica de trabajo ganadora e importante». Pero también es cierto que muchos agradecen que sus entrenadores traten a todos los jugadores por igual y, aunque las tengan, no muestren sus preferencias. Tener dos porteros con un buen golpeo de balón, disponer de defensas y centrocampistas con calidad para el pase largo y tener delanteros muy rápidos y con una gran calidad técnica, le permitía dotar al equipo de unos recursos que hasta entonces se habían utilizado muy pocas veces. Por esta razón se incorporaron al cuerpo técnico del Barcelona Atlètic un nuevo analista, Isidre Ramón Madir, que también es un magnífico entrenador de porteros y ha publicado numerosos trabajos sobre el tema.